"En este blog te informaré acerca de las diferentes diversidades culturales del Perú". Así favorecer el desarrollo de mi pais, ya que contamos con los recursos étnicos, sociales, tradiciones, regiones, fauna, flora. Todo esto hace que el Perú sea un atractivo turístico único en el mundo.
Antes de amanecer, las calles se regaban, sembraban de juncia y entoldaban; las paredes se cubrían con cañas verdes. Trompeteros a caballo y atabaleros en mulas anunciaban la alborada. Después de oir misa y comulgar, el condestable montaba a la jineta con vestiduras moriscas, y junto con otros caballeros salía hacia el río, adornándose todos con flores y ramas. El resto de los caballeros de Jaén, al mando del alguacil mayor, abandonaban la ciudad fingiendo ser cristianos, mientras el primer grupo representaba a los moros: «Y trataban una fermosa escaramuza, arremetiéndose y fuyendo alternativamente», hasta llegar al mercado del arrabal, donde se acumulaban muchos haces de cañas, y las jugaban«a la manera de la tierra». Al cabo de un buen rato, el condestable y los suyos sacaban las espadas y obligaban a huir a los contrarios, que les arrojaban muchas cañuelas desde lo alto de la torres.
El ejercicio despertaba al apetito, y para calmarlo se ofrecía un gran festín, a base de fríos vinos finos, frutas y pan. Después de yantar los caballeros, invitaban a todos los asistentes.
Luego, para una buena digestión, se organizaba un torneo de cañas, «y echaban cañas a un pandero que allí muy alto estaba colgado».
Para satisfacer la piedad, oían otra misa, seguida por un nuevo juego de cañas. La jornada culminaba con otro banquete (Anónimo 1940: 18; y cap. XV).
La enigmática personalidad de Lucasde Iranzo (cfr. Brisset Martín, y Parrondo 1989: 43-49) explica que este adalid cristiano gustara de ejercicios para fortalecer las habilidades militares de sus huestes. En las fiestas de san Juan le vemos yendo al río y enramándose, dos de la actividades propias de la jornada a lo largo de los siglos. Respecto a las escaramuzas divididos en bandos de moros y cristianos, es la primera mención que las entronca con las fiestas solsticiales. Pero es posible que fuera una diversión habitual en los reinos musulmanes, aunque no conozco ningún dato que lo corrobore. De todas formas, celebrar al Bautista con juegos de cañas y escaramuzas tuvo gran éxito.
Fiesta de san Juan del condestable Iranzo
ResponderEliminarAntes de amanecer, las calles se regaban, sembraban de juncia y entoldaban; las paredes se cubrían con cañas verdes. Trompeteros a caballo y atabaleros en mulas anunciaban la alborada. Después de oir misa y comulgar, el condestable montaba a la jineta con vestiduras moriscas, y junto con otros caballeros salía hacia el río, adornándose todos con flores y ramas. El resto de los caballeros de Jaén, al mando del alguacil mayor, abandonaban la ciudad fingiendo ser cristianos, mientras el primer grupo representaba a los moros: «Y trataban una fermosa escaramuza, arremetiéndose y fuyendo alternativamente», hasta llegar al mercado del arrabal, donde se acumulaban muchos haces de cañas, y las jugaban«a la manera de la tierra». Al cabo de un buen rato, el condestable y los suyos sacaban las espadas y obligaban a huir a los contrarios, que les arrojaban muchas cañuelas desde lo alto de la torres.
El ejercicio despertaba al apetito, y para calmarlo se ofrecía un gran festín, a base de fríos vinos finos, frutas y pan. Después de yantar los caballeros, invitaban a todos los asistentes.
Luego, para una buena digestión, se organizaba un torneo de cañas, «y echaban cañas a un pandero que allí muy alto estaba colgado».
Para satisfacer la piedad, oían otra misa, seguida por un nuevo juego de cañas. La jornada culminaba con otro banquete (Anónimo 1940: 18; y cap. XV).
La enigmática personalidad de Lucasde Iranzo (cfr. Brisset Martín, y Parrondo 1989: 43-49) explica que este adalid cristiano gustara de ejercicios para fortalecer las habilidades militares de sus huestes. En las fiestas de san Juan le vemos yendo al río y enramándose, dos de la actividades propias de la jornada a lo largo de los siglos. Respecto a las escaramuzas divididos en bandos de moros y cristianos, es la primera mención que las entronca con las fiestas solsticiales. Pero es posible que fuera una diversión habitual en los reinos musulmanes, aunque no conozco ningún dato que lo corrobore. De todas formas, celebrar al Bautista con juegos de cañas y escaramuzas tuvo gran éxito.